m26_Ciencia experimental, pensamiento moderno

miguel_angel_dedoEn el Renacimiento italiano, los artistas lograron deslizarse entre la censura; pero los científicos lo tuvieron más difícil.

En el capítulo anterior (1) vimos que los artistas lograron burlar el férreo control de los teólogos, porque no usaban palabras, sino imágenes.

Giambologna_Raptoda sabinasGracias a la libertad que les permitían sus mecenas, algunos de ellos papas, en seguida desbordaron las reglas del arte clásico, atreviéndose a alterar la composición, desplazar el centro, deformar figuras; desordenar la escena impregnándola de subjetividad, sentimientos y caos. Abrían un claro en el bosque (2), un espacio nuevo que pudiera llegar a ser habitable.

Piedad _mano_izda colorAquel arte sin palabras venía a ser como esta mano izquierda de la Piedad de Miguel Ángel, que junto al cadáver de su hijo sin vida, parece abrirse a la esperanza.

El arte es justamente abrir una puerta a lo nuevo: presenta una pregunta que queda en el aire. El «ahí está» de la oportunidad para que surja la palabra, la acción o el pensamiento racional.

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Llegaba ahora el momento de que entrase en juego la otra mano: poniendo el dedo en la llaga con determinación. El momento de la ciencia.

Pero eso no sucedió. Veamos qué pasó con Leonardo y Galileo.

Leonardo_da_Vinci detalleLeonardo da Vinci (1452-1519)

¿Artista y científico? Más bien, inventor. Fue todo un personaje del Renacimiento: pintó la Gioconda, de misteriosa ambigüedad emocional infranqueable a través de los siglos. Y la Última Cena, considerada por muchos la mejor pintura del mundo. Todos los dibujos de Leonardo parecen cobrar vida. Con ellos, convencía a los mecenas de la viabilidad de sus inventos. Ideas que se anticiparon siglos a su tiempo. Aunque muy pocas llegaron a funcionar.

Un buen ejemplo son los dispositivos que inventó para volar. Leonardo _huesos_alaLeonardo estudió cada detalle de los pájaros: alas, plumas, huesos, músculos. Como gran artista que era, se impregnaba de la particularidad de la situación. Quería comprender la esencia del vuelo sin perder detalle. Y se perdió en los detallesLeonardo_ala.jpgPorque la esencia del vuelo -por ejemplo- no se encuentra en el aleteo para levantar el vuelo, sino en el planeo para mantenerse en vuelo.

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De haber conocido a las ardillas planeadoras australianas, lo habría comprendido. Y si hubiese jugado con hojas de papel lanzadas al aire para planear, también. Pues en Italia se usaba el papel desde dos siglos antes: un genio como él ¿no habría conseguido hacer planear una hoja doblada de papel?

Pero no le interesaba lo fácil; y siempre tenía mucha prisa. Naturalmente ni los músculos humanos ni nuestros huesos están adaptados para el aleteo. sustentacion_ala .jpgSin embargo, para planear, basta una superficie levemente curvada que genere el efecto de sustentación al producir una depresión de aire por encima. Pero eso era demasiado simple pera él.

Guillermo de OckhamGuillermo de Ockham (1280-1349) había escrito dos siglos antes, que siempre hay que elegir una explicación con el menor número posible de causas, factores o variables. En Leonardo, el exceso de detalles del artista no dejaron pensar al científico.

GalileoGalileo (1564-1642)

Si a Leonardo le perdió el exceso de arte, a Galileo le perdió el exceso de razonamiento. Galileo era observador y sabía razonar. Pero no observó lo suficiente y, en cambio, razonó demasiado. Porque en razonar, ni él ni nadie podía vencer a los teólogos de la Inquisición. Ellos habían aprendido de Tomás de Aquino: el «Doctor Angélico». Pero, sobre todo, los teólogos tenían el poder de hacer callar a cualquiera.

La verdad es que Galileo no tuvo muchas posibilidades. Hay dos anécdotas que explican bien el mundo en que le tocó vivir. En una ocasión, subió con sus alumnos a la torre de Pisa para un experimento en el que demostró que dos pesas de una y diez libras caían a la misma velocidad. Esperó a que pasasen por allí unos profesores de física para hacer la prueba en su presencia. Y cuando los profesores la vieron, dijeron que sus ojos debían haberles engañado, puesto que era imposible que Aristóteles se equivocase. Nadie ve lo que no quiere ver.

lunas de JupiterMás adelante, habiendo observado con un nuevo telescopio los satélites de Júpiter, Galileo invitó a otros profesores de astronomía a observarlos por sí mismos. Ellos rehusaron, porque Aristóteles no había mencionado esos satélites, y cualquiera que creyese verlos, tenía que estar equivocado.

Galileo debería haber aprendido la lección: que no eran sólo los teólogos quienes razonaban erróneamente partiendo del Ser supremo, sino que todos sus compatriotas académicos eran prisioneros de la superstición al aceptar la represión mirando hacia otro lado. Razonar del modo incorrecto se pagaba entonces muy caro.

Un año antes de nacer Galileo había concluido el Concilio de Trento, que lanzó la Contrarreforma católica contra el protestantismo y cualquier otra herejía. La demostración de Galileo de que existen cuerpos celestes que no giran alrededor de la tierra, atentaba directamente contra el plan de Creación Divina. Quien pusiese en entredicho esa verdad era un hereje.

A pesar de todo, Galileo publicó sus descubrimientos y en 1642, tras de varios años en prisión y abjurar de sus herejías ante la Inquisición, le permitieron morir en la cama. Saint_Robert_BellarmineEl presidente del tribunal que le condenó fue el jesuita, cardenal y santo Roberto Belarmino, quien en 1600 ya había condenado a morir en la hoguera a Giordiano Bruno, culpable de enseñar que el universo es infinito y que existen muchos sistemas solares como el nuestro.

Había llegado el momento de romper con las teorías de Aristóteles maquilladas por el Doctor Angélico Santo Tomás. Pero eso no podría lograrse en los países católicos, especialmente en Italia o España. Para permitirse razonar como científico, había que estar en Inglaterra o, por lo menos, en Alemania.

En Alemania

KeplerJohannes Kepler (1571-1630)

En la misma época que Galileo, Kepler estudiaba para pastor luterano. En la Alemania protestante se podía elegir entre las dos teorías en competencia: la heliocéntrica (el sol como centro) de Copérnico y la geocéntrica (la Tierra como centro) de Ptolomeo. Como Kepler era muy inteligente, su profesor le permitió estudiar la teoría de Copérnico.

Kepler-world-9MKepler creía profundamente en las ideas greco-latinas de perfección del Ser divino. Cuando los datos le mostraron que las órbitas de los planetas no tenían la «perfección» de un círculo, se entristeció; y buscó que los datos encajasen, por lo menos, en una órbita ovoide (un huevo no es tan perfecto como una esfera, pero transmite la vida, o sea, que conserva algo de la perfección de la creación). Pero tampoco ahí los datos confirmaron sus deseos.

Entonces no le quedó otra opción que comparar su trayectoria con una elipse (que «se parece» a un círculo, pero no tiene un centro, sino dos: ¡qué ordinariez!). Sin embargo, Kepler era honrado y pensó: -Bueno, nada es perfecto (salvo Dios): las cosas son como son.

Y gracias a esa manera tan moderna de pensar, las generaciones siguientes dispusimos de las tres «Leyes de Kepler«. La primera de las cuales dice: «Todos los planetas se desplazan alrededor del Sol describiendo órbitas elípticas. El Sol se encuentra en uno de los focos de la elipse.

Como anécdota: en 1920 se comprobó -para desilusión de los homocéntricos- que hay otros soles con planetas y que tampoco nuestro sol es el centro del universo. Aquello que ya sabía Giordiano Bruno y que le llevó a la hoguera condenado por un santo jesuita.

En Inglaterra

Poco antes de que nacieran Galileo y Kepler, habían sucedido en Inglaterra varias cosas interesantes:

– Jacobo I_380Elizabeth_I_coronationEnrique VIIIEn 1533 Enrique VIII de Inglaterra fue excomulgado por divorciarse sin licencia papal; en respuesta, también él se divorció del Papa. En 1558 Isabel I de Inglaterra sucedió a Enrique VIII estableciendo la Iglesia protestante, independiente de Roma. En 1603 Jacobo I de Inglaterra sucedió a Isabel I.

Francis BaconFrancis Bacon (1561-1626)

– En 1561 nació en Inglaterra Francis Bacon. Filósofo, abogado, político (Canciller de Inglaterra con Jacobo I).  Y autor del libro Novum Organum donde critica duramente los errores de Aristóteles y desarrolla el nuevo método del empirismo (experimental) científico y filosófico.

Isaak Newton (1642-1727)
Isaac_Newton_(1643-1727) fragmNewton-Principia-Mathematica
Filósofo, matemático, científico y teólogo, desarrolló la mecánica clásica en lo que conocemos como Leyes de Newton y el cálculo infinitesimal.
Espectro-del-colorTambién descubrió el espectro de color en que se descompone la luz.
En 1687 publicó los Principios que formulaban las leyes del movimiento mecánico y la gravitación universal, que se usan actualmente en los cálculos para los viajes espaciales.

¿Qué cambió en el pensamiento científico?

En un capítulo anterior (3) vimos que los griegos no se dieron cuenta de la importancia de experimentar manualmente con las cosas y fenómenos particulares, porque eso habría supuesto reconocer el papel del trabajo como soporte de la sociedad ateniense, donde cualquier trabajo manual era despreciado como tarea de esclavos.

Griegos y romanos levantaron sus sociedades sobre la esclavitud y el desprecio hacia la mitad sometida de la especie humana. El cristianismo ahondó aún más en ese dualismo al separar radicalmente el cuerpo material (como animal y mortal), del alma (como espíritu inmortal). Lo que les llevó a creer que las ideas existían independientes del mundo material flotando en alturas metafísicas, como los buenos cristianos después de la muerte. Entre tanto, la experiencia material y existencial se hundía en el barro y la oscuridad de lo que no requiere atención.

En el siglo XVII europeo seguía habiendo esclavos, pero la sociedad ya no dependía tanto de ellos. Ahora la riqueza provenía del comercio; y los nuevos pensadores se avergonzaban menos de mancharse las manos. También lo habían aprendido de los artistas, especialmente de escultores como Miguel Ángel, «un hombre cubierto de polvo» como había dicho Leonardo, creyendo que así le insultaba.

La nueva importancia dada a la observación, la materia sensible y lo particular, tenía precedentes. En el cristianismo de finales de la Edad Media, franciscanos como el inglés Guillermo de Ockham habían defendido el pensamiento inductivo (partiendo de casos particulares, encontrar leyes generales); fueron silenciados por sus adversarios dominicos. Pero los vientos estaban cambiando en los países protestantes.

Aprender de los errores

El error en la ciencia no es un delito, ni contra la ciencia ni contra Dios. La ciencia no elimina los errores, sino que aprende de ellos. Es lo opuesto al razonamiento escolástico que siguió a Platón: de que el pensamiento desciende desde el Ser absoluto y general hacia lo particular. Por el contrario, el científico observa fenómenos particulares razonando inductivamente, o sea, de lo particular a lo general. Y además, reuniendo muchas observaciones diferentes, desde distintos puntos de vista y en diferentes marcos.

Cuando parecía haberse encontrado una ley universal, resulta que las leyes físicas funcionan dentro de un marco. Y fuera de ese marco, cambian; como se descubrió en las leyes de Newton cuando Einstein formuló la teoría de la Relatividad.

Con esas precauciones, las teorías científicas nunca son definitivas. Porque siempre puede aparecer un nuevo factor, causa o influencia en un nuevo marco que no se había tenido antes en cuenta. Y así las ciencias avanzan, siempre adaptándose a nuevas experiencias.

Las ciencias no son dogmas

En el siglo XX la teoría de la Relatividad de Einstein demostró que, a velocidades próximas a la luz, las leyes de Newton conducen a errores, a menos que se introduzca una variable nueva. Algo parecido sucedió también con la mecánica cuántica, al observar distancias muy pequeñas. El cambio de escala en el espacio o en el tiempo obligan a actualizar leyes que, hasta ese momento, se habían considerado universales. Nada «es lo que es» durante mucho tiempo.

Y así empezó la Edad Moderna. El capitalismo mercantil daría paso al industrial. El poder de la Iglesia Católica empezaba a disminuir después de haber ido en aumento durante 1.300 años.

Pero los sobresaltos en las ciencias no habían terminado. Pronto llegaría una nueva revolución, porque un biólogo que iba para cura, cambió de rumbo y atracó en las Galápagos. Allí descubrió que la Naturaleza hacía trampa con los seres vivos: tenía un truco con el que siempre salía ganando.
Esto lo veremos en el próximo capítulo: cangrejo heike 2Darwin, el truco de la Vida (4).
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Ver Índice de capítulos

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NOTAS del presente capítulo

Piedad _mano_izda color

(1) Ver La astucia de Miguel Ángel
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(2) Ver Lightung: el claro del bosque (en alemán). Es un concepto filosófico de Heidegger. Un espacio vacío de malezas donde juega la libertad y puede ser el origen de la palabra. Lo que en este ensayo llamo pregnancia en la mano izquierda.

dialectica-Platon-Aristoteles(3) Ver ¿Pensamiento dialéctico o metafísico?
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Pico Mirandolla(4) Algunos antes de Darwin habían tenido al menos la intuición. Como Pico della Mirandola (1463-1494) en su Discurso sobre la dignidad del hombre.
Tras crear a todos los otros seres, Dios vio que ya no quedaba ningún tesoro para conceder en herencia al ser humano. Y decidió que «a quien no podía dotar de nada propio, le fuese común todo cuanto le había sido dado separadamente a los otros«.
Tal vez por eso, los humanos tenemos genes de todos los demás seres vivos, surgidos a lo largo de 4000 millones de años. Me encanta [gracias al comentario de Luisoj].


2 comentarios en “m26_Ciencia experimental, pensamiento moderno

  1. Para algunas cosas que cuentas en esta entrada no hay nada como recurrir a Pico de la Mirandolla y su Discurso sobre la dignidad del hombre.

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