Byung-Chul Han: confiar en alguien

byung_chul_hanLa confianza es un estado entre conocimiento y no conocimiento. Al confiar en alguien, la acción es posible a pesar de no saber. (Byung-Chul Han)

Nietzsche dijo que «Dios ha muerto porque se nos ha vuelto increíble». Para mí significa que Dios ha muerto porque ya no me resulta digno de confianza(1).

Conocí a un hombre a quien su mujer dijo un día: «Yo  nunca podría llegar a un acuerdo contigo». Llevaban 14 años casados, pero unos días después se separaron.

Nos jugamos la vida cuando confiamos en alguien. Pero la perdemos, cuando no podemos confiar en nadie.

El bebé de 8 meses(2) que antes de saber hablar, arroja su juguete y se queda mirando al adulto con una sonrisa confiada, espera que restaure lo que acaba de aniquilar. Su precoz acto nihilista es compensado por este otro acto de confianza absoluta. Ahí está emergiendo una vida auténticamente humana.

lichtungByung-Chul Han(3), era un metalúrgico coreano que se convirtió en filósofo alemán. Escribe que el amor y la amistad son la condición previa del inicio del pensar. Heidegger(4) había escrito años antes que, al desbrozar la maleza del bosque, se des-encubre el claro del bosque (la lichtung), que es donde juega la libertad: el final de la filosofía [dogmática] y el inicio del pensar.

Pero ¿cómo ese desbrozar la maraña puede ser el inicio -nada menos que- del pensar? Y más difícil: ¿Cómo es posible desbrozar la maraña en que uno mismo está enredado?

Heidegger no pudo llegar a descubrirlo, creo que a causa de su pecado original. Que no sería, como muchos han pensado, su discurso de homenaje al nazismo, sino anterior, cuando traicionó la confianza que Hannah Arendt le entregó al enamorarse de él. Tengo para mí que de ese pecado no pudo librarse nunca. Y que él mismo se condenó a vagar por el desierto en busca de una tierra prometida, que pudo atisbar pero no llegó nunca a pisar.

Años después, Byung-Chul Han,  doctor en filosofía con una tesis sobre Heidegger, coloca esa bandera en el centro del claro lunar en el bosque heideggeriano. Ese territorio sagrado -metafísicamente vacío(5)– puede ser el inicio del pensar, pero sólo cuando se llega a él en compañía. Es la misma historia de Dante, que llega al infierno -y logra salir de él- cogido de la mano de un amigo. En cualquier caso, de alguien de confianza.

Confiar es mirar con una doble mirada: con la mirada propia y a través de la mirada del otro.

Podríamos salir de cualquier crisis, si colectivamente tuviésemos a otros en quien poder confiar. Otros, cuyas miradas pudiésemos hacer nuestras. Pero sólo podemos confiar en los más próximos (y ¡cuántos próximos vamos perdiendo en el camino!).

El neoliberalismo, con su mirada puesta en conseguir el éxito individual a toda costa -dice Han en La sociedad de la transparencia-, sin mirar alrededor, sin contar con el otro, sin preocuparse por los daños colaterales que inevitablemente provocan, conduce inexorablemente al fracaso. Y con el fracaso, a la depresión.

Estoy de acuerdo. Pero el fracaso y la depresión no los produce sólo la ambición. También buenas personas caen en una espiral de represión de sí mismos, sin ambicionar nada y sin querer hacer daño a nadie. Sólo por miedo(5). A equivocarse. A no ser correspondido. A ser juzgados. A que un encuentro se convierta en amenaza. Miedo a no estar a la altura del otro. A ser abducido. O a ser abandonado…

Necesitamos encontrar la resiliencia(6) necesaria para salir del agujero. Pero no para adaptarnos a la situación, sino para desbordar el marco que nos aprisiona, entre la ambición despiadada de unos y el miedo de los más.
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*Nota: Esta reflexión continúa en  Negatividad fecunda: el valor oculto en François Jullien y Byung Chul Han.

GrouchoMarx(1) «Nunca pertenecería a un club que me aceptase como socio» dijo Groucho Marx, y todos nos reímos. Pero en esta frase se esconde una profunda decepción. El humor da ahí la vuelta a la trágica pérdida de confianza en los demás.

(2) Ver El origen de la magia en el niño

(3) Byung-Chul Han, nació en Seúl  en 1959, estudió Metalurgia en Corea del Sur. Se trasladó a Alemania y estudió Filosofía en la Universidad de Friburgo y Literatura alemana y Teología en la Universidad de Múnich. En 1994 se doctoró con una tesis sobre Martin Heidegger. En la actualidad es profesor de Filosofía y Estudios culturales en la Universidad de Berlín. Es autor de más de una decena de títulos, de los cuales se han traducido al castellano ha publicado más de una decena de libros, de los cuales tres han sido traducidos al español, y están disponibles en soporte papel y en e-book: La sociedad del cansancio (2012), La sociedad de la transparencia (2013) y La agonía del Eros (2014)

(4) Sobre Heidegger, ver El sentido del ser. Sobre el claro del bosque, ver la Lichtung.

(5) Acerca de los diversos aspectos del vacío tratados en este blog, ver El vacío y sus mil caras.

yoda(6) «El miedo es el camino al lado oscuro» decía el maestro Yoda hace mucho tiempo en una lejana galaxia. Creo que tenía razón.

(7) Ver Resiliencia despiadada

5 comentarios en “Byung-Chul Han: confiar en alguien

  1. Me ha sorprendido e impresionado la relación que has establecido entre la confianza y el miedo. Estoy de acuerdo en que el miedo ocasiona depresión, pero al fin y al cabo, el miedo ¿no es la falta de confianza en los otros? Y sólo a través del eros (amor) se pueden superar los problemas de depresión o falta de confianza en uno mismo o en los demás.

    Me gustaría que analizaras con tu fina inteligencia la tesis de Byung sobre la negatividad como contrapartida necesaria para conseguir el equilibrio en una sociedad con exceso de positividad.
    Enhorabuena por el blog. Me hace pensar. Miguel

    1. Gracias Miguel por tu comentario que me obliga a avanzar. Tienes razón: el miedo es la falta de confianza en los demás. Pero incluye el miedo a perder al otro, especialmente el miedo a que me abandone. Es una profecía autocumplida (poner una vela al diablo): la peor que conozco y he vivido.
      Volveré a la negatividad de Byung-Chul Han, influida por el pensamiento taoísta. En este blog hay varias entradas sobre la negatividad. Y todo lo referente al vacío en estética.

    2. Para cumplir tu deseo y escribir sobre la negatividad de Byung.Chul Han, he tenido que traer también a François Jullien para que jueguen juntos este partido de pelota. El resultado es este pequeño paso: Negatividad fecunda
      Muchas gracias, Miguel, por tu estímulo.

  2. Gracias por partida doble. Por tu artículo y por descubrirme a Byung-Chul Han. Me ha dejado fascinada lo que he podido encontrar de él por internet. Así que acabo de comprarme «La sociedad del cansancio». Espero que sea un digno sucesor de Sloterdijk ¡Gracias, José Luis!

    1. Han me trae la sensación de continuar una vieja conversación sobre la sociedad del espectáculo (Guy Debord no debería haberse pegado un tiro, sin esperar a que Han llegase de Corea a terciar en la discusión). Pero aún más sensación de «retorno al futuro» la experimento con François Jullien, que me lleva hasta un Hegel romántico con un siglo de antelación. Los dos -Han y Jullien- se mueven entre Oriente y Occidente con gran soltura. Es una gozada.
      Gracias Maite, por compartir estos paseos fronterizos, «unas veces por dentro, otras por fuera».

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