El acto de magia: el Prestigio

magia_caine_sabinaTodo espectáculo de magia consta de tres actos. El primero es la Presentación. El segundo la Actuación. El tercero es el Prestigio.

Ésta es la estructura, la tríada fundamental(1) de toda magia: En la primera parte, la Presentación, el mago muestra algo ordinario (aunque probablemente no lo sea), una baraja de cartas, un pájaro o una persona.

En el segundo acto. la Actuación o Giro, el mago, con eso que era ordinario, consigue hacer algo extraordinario (tipicamente, lo hace desaparecer). Aunque busques el secreto, no lo vas a encontrar. Esto es extraordinario y sorprende a la gente, pero aún no es mágico. Por eso, todo espectáculo de magia consta de un tercer acto, que es la parte más complicada del espectáculo y tiene un nombre misterioso: es el «Prestigio».

Pero ¿porqué el prestigio? ¿No se trataba acaso de una cosa cualquiera que desaparece y vuelve a aparecer? ¿Qué tiene eso que ver con el prestigio? Analicemos lo que ocurre.

prestigio 250El primero y segundo acto consisten en que una persona, el mago, manipula una cosa a la vista del público. Es una relación entre el mago y el objeto a mano, que primero está a la vista y luego ya no está. El segundo acto, sin embargo, tiene algo especial: El mago ha perdido el objeto que tenía; en su lugar ¿qué tiene?: nada; sólo le queda el público. Se establece así una nueva relación del mago con el público. Relación precaria porque falta algo: lo esencial. Si ahora mismo acabase el espectáculo, el público marcharía decepcionado; se sentiría engañado y ofendido, porque no es lo que esperaba. Pero entonces llega el tercer acto. En escena hay un mago con el vacío –metafísico porque conecta al mago con el públicoambos dependen de lo que suceda a ese vacío, donde el mago se la juega. Y justo entonces, el objeto desaparecido reaparece «milagrosamente» . El mago lo hace surgir de la nada, y el público se levanta y rompe en aplausos, como si acabase de presenciar un milagro, reconociendo el prestigio del mago, que se inclina y saluda al público, orgulloso del Prestigio que acaba de conquistar.

Los tres actos se resumen en dos transformaciones: la del segundo acto transforma el ser en nada; la del tercer acto transforma la nada en ser (2). La primera acontece a la cosa con la que trabaja el mago. La segunda, no acontece a la cosa, porque la cosa ya no existe; sino a la nueva relación creada en torno a ese vacío dejado por el objeto desaparecido. A esa nada que les une y a la vez se interpone entre ellos. En esa relación social, el prestigio del mago es lo que está en juego. Y cuando el mago crea de la nada aquel objeto perdido y se lo presenta al público, gana su Prestigio. Lo que gana no es una cosa, sino un valor social. El prestigio social del mago reconocido por el público.

Todo  sucede en apariencia; todo es ficción, ilusión (3), engaño consentido. Los ilusionistas son modernos sacerdotes laicos, dedicados por vocación a guiar al público hasta la fuente misma del misterio humano. A la fuente de la Creación. El ilusionista precedió a todos los artistas. Fue el que se adentraba con la antorcha en cuevas como Altamira, hace 20.000 años, dando vida a las pinturas desparecidas en la oscuridad, haciendo revivir en quienes iban tras él, el miedo y la esperanza del deporte extremo de la caza primitiva.

La cosa expuesta por el mago no se aniquila realmente ni se crea de la nada: Tan sólo lo parece. Es una ilusión transmitida a un público en un escenario. Pero como en toda obra teatral(4), la magia se produce cuando se transmite la ilusión al público. Es una comunicación de naturaleza estética.  La magia consiste en que parezca magia real y se experimente como si fuera real. Es el mismo milagro hecho presente por un poema, drama, pintura, novela, escultura, música o película que merezcan la pena.

Y ¿por qué esto es tan importante hoy? Lo responderé con palabras de una canción de Sabina:

Más de cien palabras, más de cien motivos
para no cortarse de un tajo las venas,
más de cien pupilas donde vernos vivos,
más de cien mentiras que valen la pena.

El origen de la magia en el niño

He empezado este post refiriéndome a la estructura que sostiene todo espectáculo de magia o ilusionismo. Pero daré un paso más: La misma estructura sirve para entender todo acto de magia(5), porque toda magia es un espectáculo, también cuando el mago es un padre y el público su hijo(6). Y entre dos enamorados. Y cuando es una sola persona la que interactúa con una obra de arte, sea que la esté creando, interpretando o contemplando. Siempre encontramos los tres actos: el primero que acontece en un plano real; el segundo que abre un vacío; y el tercero que supera ese vacío con un salto metafísico, desde lo físico del comienzo a lo social: donde están implicadas personas reales, en algunos casos, o personajes que pueblan nuestra mente, como si fueran personas que nos quieren o nos han querido, incluyendo los fantasmas que permanecen al acecho.
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(1) Ver La tríada hegeliana.
.

Acerca del paso del ser a la nada y de la nada al ser, ver El sentido del ser.

(3)  «Prestige» en francés significa también ilusión.

(4) Ver Poder del teatro.
.

(5) Ver La magia.
.

(6) Ver El origen de la magia en el niño.

La estructura fundamental de la magia aparece explicada por Michael Cain en la película El truco final – el prestigio (The Prestige, 2006)
Ver en vídeo de YouTube la explicación de Michel Cain.

 

4 comentarios en “El acto de magia: el Prestigio

  1. La presentación, nudo y desenlace es lo que nos exigían en Las Escuelas Francesas, todos los jueves, cuando teníamos la asignatura de «Redacción». Los franceses dando importancia a la exposición escrita de un suceso. El que mejor había hecho la redacción era premiado con leerla en alto, y con un libro de regalo. Qué avanzados…
    María

  2. Gracias por explicarlo así de bien, fantástico blog. Voy a recomendarlo en el mío. Ojala tantos que se dicen magos lo tuvieran así de claro.
    La experiencia (soy ilusionista profesional) dice que tiene más impacto en el público La aparición de algo (alguien que su desaparición. Antes de la aparición no hay nada que preguntarse. Después tampoco, quizá ¿cómo? En la desaparición es diferente, la pregunta es ¿a dónde? Y esta pregunta la han resuelto los magos clásicos intentando responder antes de que se haga demasiado consciente generalmente con la reaparición en un lugar imposible (en otra caja, en el patio de butacas, etc): en definitiva con el Prestigio que resuelve la angustia de la desaparición. Lo mismo cabe decir en otros efectos como por ejemplo la chica cortada, que ha de resolverse con su «recomposición». Aunque sea evidente que el mago no la ha cortado verdaderamente, pues no hay sangre ni vísceras por el escenario, y aunque todo es una elegante (a veces) y sintética acción (puede incluso que no haya ni cuchillas y que medio cuerpo se desplace por virtud de los pases mágicos) debe haber recomposición. Saludos de iurgi.

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